En la casa ya no hay paz
cuando despierta mi nieto
es como estrella fugaz
porque nunca se está quieto.
Revoltoso y parlanchín
alocado y muy nervioso
no deja quieto un cojín
ni le gusta hacer reposo.
Ya lo decía mi tía
carne que crece no para
y mala señal sería
que quietecito quedara.
¿Pero habrá más alegría
cuando se sienta a tu lado?
Y dice con picardía.....
¡Yo quiero mucho a mi yayo.
Esta va dedicada a todos y sobre todo a los que tenéis nietos o nietas.
ResponderEliminarMolt bonic! Molt bon treball, Toni!
ResponderEliminarEn esta te faltaría ponerle un título al post y al poema.
Saludos,
M´agradat molt la poesia,com totes les que escrius.En saps alguna en valencià?
ResponderEliminarmuy gracioso, me has hecho recordar a mi madre con algunas de tus palabras.
ResponderEliminar